Elegía a Ramón Sijé

A las aladas almas de las rosas

del almendro de nata te requiero:

que tenemos que hablar de muchas cosas,

compañero del alma, compañero.

jueves, 8 de marzo de 2012

EXAMEN TIPO PAU DE LA PRIMERA EVALUACIÓN (y su posible solución)

    He aquí el texto del que mis alumnos se examinaron en la primera evaluación. Es un artículo de Rosa Montero aunque, siguiendo el formato de la PAU en Murcia, no aparece ningún dato de ese tipo. Como podréis observar es un texto fuertemente modalizado, es decir, con subjetividad a raudales. Siempre hay que tenerlo en cuenta a la hora de elaborar tu comentario crítico: no confundas datos objetivos con opinión y comenta, de forma crítica, en consecuencia: 


   Estos días tengo la sensación de que la realidad es un espejo hecho añicos. En los países industrializados vivimos una existencia tan protegida que nos olvidamos de la absoluta fragilidad de las cosas; pero basta con que la Tierra se sacuda (y no es más que un pequeño planeta en las afueras de una galaxia cualquiera) para que volvamos a tomar conciencia de nuestra condición de pulgas, qué digo, de microbios pataleantes e inermes. Japón demuestra que ni la hipertecnología ni un elevado nivel de desarrollo convierten al ser humano en dueño de su destino. La aterradora crisis nuclear provocada por el terremoto es un clamoroso desmentido de nuestras pretensiones de amos del mundo. Somos microbios ignorantes jugando con fuerzas infinitamente más poderosas que nosotros.

   En Onkalo, Finlandia, se está construyendo el almacén de residuos nucleares más grande del mundo. El proyecto empezó en 2001 y los trabajos no acabarán hasta 2100. Es un inmenso silo subterráneo concebido para durar
100.000 años, que es el tiempo que tardan los residuos nucleares en dejar de ser dañinos. ¡Qué megalomaniaca locura! Nuestra especie solo tiene 50.000 años. ¿Cómo podemos aspirar a construir algo tan inhumanamente perdurable? ¿Y cómo nos las arreglaremos para advertir a los posibles habitantes del planeta, dentro de milenios, de lo peligroso que es ese lugar? Si se encuentran con algo tan cerrado y tan defendido, ¿no se empeñarán justamente en entrar, destapando así la mortífera caja de Pandora? Preocupados por la futura seguridad del sitio, los diseñadores de Onkalo piensan que lo mejor es crear un mito alrededor, convertirlo en un lugar sagrado que infunda miedo. Estamos haciendo las cosas tan mal que, cuando nuestra civilización desaparezca, dejaremos de legado el tóxico sepulcro de un dios radiactivo.




  1. COMENTARIO crítico personal de este fragmento 
   Recuerda, el primer párrafo tiene que ser el resumen del texto.
   La evidente pequeñez del hombre ante las fuerzas de la naturaleza queda explícitamente probada  en  sucesos como el terremoto de Japón y la crisis nuclear derivada de este. Esta condición humana,ínfima, frente a la poderosa naturaleza, hace que sea una pretensión disparatada la construcción en Finlandia de un silo nuclear planificado para guardar residuos radioactivos durante más tiempo que el que lleva la especie humana sobre la Tierra. El autor del texto opina que esta construcción no solo es una locura de proporciones colosales sino que engendra un gran peligro para las generaciones futuras. Ni siquiera serán protegidas convirtiendo ese sepulcro tóxico en lugar de culto, como opinan los diseñadores, ya que eso puede generar una morbosa curiosidad, un peligro de dimensiones también colosales.

 Comienza la parte subjetiva: opina sobre el texto y enuncia un tema de interés que se te haya ocurrido al leer el texto. Una manera fácil de formularlo es con una interrogación retórica.
   Parece que  llega el fin del mundo, que se anuncia el Apocalipsis, qué digo Apocalipsis, llega el día del Juicio Final: nos veremos todos, en los puros huesos, en el valle de Josafat, con silo radiactivo o sin él. ¿Exagero? Desde luego. Pero el autor del texto también se deja llevar por una subjetividad tan aplastante que  me impide ver con claridad la verdad, si es que la hay, de los datos aportados. Se aprecia que no es nada partidario de la energía nuclear y que podría haber titulado este texto con las mismas palabras que aparecen en esas famosas pegatinas de los años 80, aquellas que tenían  forma de sol, coloreadas con un llamativo color amarillo y que aparecían adheridas al Citroën dos caballos, al coche mas hippie de la época : ¿Nuclear? No, gracias. La postura del autor está bien clara, pero, lo siento, no me ha convencido: me faltan datos y, a raíz de la lectura de este artículo sigue acuciándome una duda políticamente incorrectas en los tiempos que corren: ¿es tan mala la energía nuclear como la pintan? 

   Ahora, tu argumentación. No olvides los conectores que ordenen el texto o que muestren oposición a alguna idea anterior.

   En primer lugar, estoy de acuerdo con el autor en la idea de que el hombre, aunque haya conseguido logros magníficos, impensables hace siglos, sigue siendo un minúsculo gusano frente a la grandiosidad de la naturaleza. Si esta se mueve y nos muestra su imprevisible grandeza, como ocurrió en Japón, se pone en evidencia nuestra endeble pequeñez. Pero, aun reconociendo esto, también creo que la crisis nuclear de Japón, derivada del terrible tsunami, no fue otro Chernobil -algo, digo yo, habrán aprendido los científicos de aquel infierno- y, siendo grave, no fue tan aterradora como nos quieren hacer creer los profetas del anti-nuclearismo, que ven más allá de cualquier evidencia científica.
   Por otro lado, yo no concibo nuestra vida sin energía y hoy no es posible almacenar masivamente energías renovables como la eólica o la fotovoltaica que dependen del clima y no siempre es posible tenerlas cuando se necesitan. Además, la energía nuclear es más barata aunque nos haya dado la sensación de que las energías renovables son rentables porque han sido subvencionadas, algo que, por otro lado, ha contribuido en no poca medida a la bancarrota de nuestro país.
   Pero, sobre todo: ¿estamos dispuestos a renunciar a nuestro modo de vida, a nuestro bienestar? Yo, personalmente, no, aunque sí quiero disfrutar de la energía de forma equilibrada, sin malgastarla, reconociendo su gran valor. 
 Párrafo final: deja con buen sabor de boca al corrector. Un juego de palabras, ironía... Que haya una sorpresa

   En definitiva, la energía nuclear tiene riesgos sobre los que se debe seguir investigando. De eso a demonizarla hay un buen trecho, un camino plagado de trampas ideológicas, de exageraciones interesadas, de verdades a medias  dentro de la moda de lo políticamente correcto. ¿Nuclear? Yo cambiaría el eslogan: ¿subjetividad en lo nuclear? Claro que sí, es evidente. Déjame que consulte datos objetivos antes de rechazarla tajantemente. O no.






































 















    


   












































   




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